Segundo día en el Teatro principal y segundo día con problemas de sonido. Ayer se solventaron rápidamente por lo que no merecen mención alguna, pero los de hoy han sido graves. En dos ocasiones enmudeció la guitarra de Ximo Tébar, lo cual no es propio de un festival de este nivel. Además el bajo eléctrico del virtuoso Dominique Di Piazza saturaba constantemente en los solos. Todo ello no impidió que Ximo se hiciera poco a poco con el público en la presentación de su trabajo Soleo que considera un homenaje a los 25 años durante los que lleva investigando sobre lo que él llama música mediterránea. Los temas que hilvanaron los cinco músicos sobre el escenario eran bellos y cargados de lirismo. Aunque el concierto estuvo algo falto de continuidad por los problemas citados, nos fuimos todos con un muy buen sabor de boca. Seguimos sin tener imágenes porque no estamos acreditados en el festival.
El doble concierto de esta noche estaba destinado al blues. Dos estrellas de dos generaciones diferentes que se presentaban en Vitoria. Ninguna de las dos decepcionaron, aunque el acompañamiento de Taj Mahal nos pareció que no estuvo a la altura del que pasa por ser uno de los más importantes bluesman vivos.